IN MEMORIAN
LA PRENSA DESPIDE AL PINTOR
LA NUEVA ESPAÑA. S. F. L. / P. P. Gijón | (07·12·20 | 05:21)
Fallece a los 94 años el afamado pintor Julio Magdalena,
maestro de su generación
Reservado y de vocación innata, el artista hizo camaradería con referentes como Marola y Piñole y será despedido este miércoles en La Asunción
La brillante mente de Julio Magdalena se apagó ayer tras 94 años de vida entre acuarelas. El pintor,original del pueblo piloñés de Villamayor pero vinculado a Gijón durante buena parte de su vida, falleció a raíz de una infección que motivó su ingreso en Cabueñes el pasado viernes. De carácter reservado y tan centrado en el arte que caía con frecuencia en los despistes, la de Magdalena supone una pérdida irrecuperable para un sector cultural asturiano que le otorgó la categoría de “maestro” desde hace ya décadas. Será despedido este miércoles, a las 17.30 horas, en la iglesia parroquial de La Asunción, un templo que tendrá que quedarse pequeño ante las vigentes restricciones de aforo por el coronavirus.
Julio Magdalena a la derecha, junto a Luis Rubio y sus hijas Julia y Carmen en un homenaje en el Ateneo Jovellanos. | JUAN PLAZA
Magdalena empezó a pintar de niño, con unos 12 años, pero explica su familia que no llegó a vivir de ello hasta pasados los 50. Su talento era innato, ya en sus inicios uno de sus maestros de escuela quiso pedirle una beca para cursar Bellas Artes, pero el joven decidió irse finalmente a Valencia a estudiar aviación. Después, antes de volcarse en la pintura, el asturiano fue electricista en Electrogás y acabó fundó después la empresa Unitec con varios compañeros. Pero de esos años por los aires –por entonces los accidentes eran habituales– Magdalena guardó imágenes de muerte que tal vez se dejaron ver en su primera etapa pictórica, llena de tonalidades oscuras. “También quizá se debía a su timidez. Creo que fue la pintura lo que le ayudó a abrirse”, explica una de sus hijas, Julia Magdalena, que valora la filosofía del esfuerzo heredada de su padre: “Nunca fue el cliché del pintor bohemio. Él mantuvo a toda la familia, trabajó siempre, nos inculcó a todos eso de tener que esforzare para conseguir lo que se quiere”. Esos años de mayor confianza, cree su hija, llegaron también porque el pintor se rodeó entonces con toda una generación de mentes brillantes como Manuel Rodríguez Lana “Marola” y Nicanor Piñole. “Recuerdo días en los que terminaba emocionado un cuadro y salía corriendo a enseñárselo a estos amigos. Esa camaradería de entonces, que a lo mejor ahora ya no existe tanto, fue muy importante para él”, señala la descendiente.
Era la de Magdalena una mente compleja que trataba, normalmente sin éxito, encajar en una sociedad tal vez no tan acostumbrada a la reflexión y quedarse callada. Le costaba horrores conectar en conversaciones mundanas, no apreciaba especialmente los regalos u objetos lujos salvo que fuesen cuadros –cualquier pintura enviada por un artista era guardada como oro en paño en algún rincón de la casa– y era dado a pequeños despistes. “Era de esos que salía a la calle en zapatillas y ni se daba cuenta”, bromea ayer su hija. El artista, de hecho, dejó huella hasta en los sanitarios de Cabueñes que le atendieron estos días, que le comunicaron a la familia, asombrados, lo “buen paciente” que fue Magdalena.
EL COMERCIO.Aida Collado. (Domingo, 6 de diciembre 2020, 23:18)
Fallece el pintor Julio Magdalena
La muerte del artista a los 94 años pone fin a una generación de la pintura asturiana
La evolución artística de Magdalena -que nació en Piloña, pero siempre se consideró gijonés- comprendió cuatro etapas: los paisajes romántico-impresionistas, las mascaradas, la fase onírica y, finalmente, la abstracción. No obstante, una característica de su obra es que nunca ha puesto fecha a sus cuadros. Unos cuadros nacidos para ser «atemporales», sin caducidad. Unos cuadros valedores de muchos reconocimientos y, entre ellos, el que en 2017 le rindió el Ateneo Jovellanos de Gijón, en colaboración con el Aula de Cultura de EL COMERCIO, que abrió con su obra un ciclo dedicado a creadores asturianos.
Su funeral tendrá lugar el miércoles, en la iglesia de La Asunción, a las cinco y media de la tarde.
Los artistas piden estudiar la obra de Julio Magdalena, un pintor “irreemplazable”
“Se tendría que haber hecho en vida, ya vamos tarde”, lamentan los especialistas, que solicitan nuevas exposiciones del artista fallecido
El pintor Julio Magdalena, junto a varias de sus pinturas en su casa.
Juan Plaza
Explican los concedores del arte asturiasno que Asturias se queda con una "deuda pendiente" respecto al pintor Julio Magdalena, fallecido este sábado a laos 94 años.
Fuente: RTPA, 7 de diciembre. ( 2020 17:04)
Adiós al pintor Julio Magdalena,
referente de una generación
Natural del pueblo pilonés de Villamayor pasó buena parte de su vida en Gijón.
El pintor Julio Magdalena ha fallecido a la edad de 94 años. Referencia de su generación, el artista hizo camaradería con otros autores como Marola y Piñole.
Su funeral tendrá lugar el miércoles, en la iglesia de La Asunción, en Gijón / Xixón a las 17:30 de la tarde.
LA NUEVA ESPAÑA. ( 1|0·12·20 |
La Asunción acoge el ultimo adiós al pintor
Julio Magdalena
HOMENAJE A UN ARTISTA
La parroquia de Villamayor rindió homenaje al pintor Julio Magdalena este sábado
Vecinos, familiares y autoridades inauguraron una placa frente a la casa natal del artista, fallecido hace un año
A Julio Magdalena, Pintor de Asturias Y quería irse en silencio como siempre había vivido. No temiendo a la muerte, pues la paz interior guiaba su camino. Nos deja su obra como el mejor testigo: paisajes, mascaradas… toda una paleta de colores divinos. Y pintó en silencio el mundo que no siempre percibían los sentidos. Profundidad en sus paisajes en busca del infinito, montañas que llevan a caminos perdidos. Y retrató las fiestas en las aldeas de los caminos. Máscaras que danzan al son de los latidos. Figuras en movimiento que reflejan todo un bullicio. Y nos transportó a otros lugares con sus brochazos limpios, desdibujando realidades con relieves que parecían pasar inadvertidos. Y agradeció homenajes, premios y muestras de cariño recibidos, satisfecho de haber contribuido a reflejar esta Asturias a la que con sus cuadros ha servido. Y se va en silencio, como siempre había querido, dejándonos su obra como el mejor testigo. D.E.P. |
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